Hoy puedo decir que no hay rencores
que mi alma yace en paz y no hay dolores.
Hoy he encontrado el perdón
porque tanto amor sentido no podía terminar de otra forma,
debía ser así, dejarte ir… dejarte ser.
Hoy solo te puedo hablar del perdón, te libero de mi vida
y te bendeciré mil veces con amor.
Hoy te puedo decir adios,
partiré con tu recuerdo, sin rencor y sin temores.
Por: Ingrid Alexandra Morales
Caracas – Venezuela.